Inflación, causas, consecuencias y soluciones.
La Inflación
Uno de los principales problemas que sufre la economía venezolana es la inflación, entendida esta como la emisión de dinero por encima de lo que la sociedad requiere. Esta impresión de dinero a un ritmo excesivo termina causando importantes aumentos en el nivel general de precios, destruyendo el valor del dinero y aniquilando el poder adquisitivo de los ciudadanos.
Pero, ¿por qué aumentan los precios al imprimir más dinero?
El precio de un bien está determinado en parte por su oferta, es decir, como los diamantes son muy escasos y difíciles de conseguir entonces su precio tiende a ser alto, sin embargo, el agua al ser un bien mucho más abundante que los diamantes tiende a tener un precio mucho más bajo en comparación.
Mientras un bien sea más escaso, tenderá a tener un precio más alto. Pero si un bien se vuelve menos escaso, entonces su precio tiende a caer.
Entonces cada vez que el gobierno aumenta la cantidad de dinero en circulación el valor de cada billete empieza a disminuir, mientras más billetes imprime el estado el dinero se vuelve menos escaso y entonces cada billete vale menos. Es entonces cuando el ciudadano puede comprar menos bienes y servicios con su dinero que cada vez vale menos.
Esto significa que la inflación es un fenómeno monetario, lo que se infla es la moneda y no los precios. Lo que sucede es que como el dinero vale menos, se necesita mayor cantidad de dinero para comprar el mismo bien, es entonces que se observa un incremento en el precio de los bienes.
Pero además de destruir el valor del dinero, la inflación trae otros problemas ya que destruye el ahorro. Cuando la inflación es alta las personas dejan de ahorrar, se promueve el consumo sobre el ahorro, no solamente porque tienen que destinar cada vez una mayor parte de su ingreso para comprar los mismos bienes lo cual los deja con una capacidad de ahorro cada vez más reducida, sino porque nadie quiere ahorrar en una moneda que pierde su valor rápidamente. Es entonces cuando las personas empiezan a demandar divisas extranjeras para poder ahorrar en una moneda más estable.
También la inflación trae el problema adicional de que dificulta el cálculo económico. Cuando se tiene una inflación tan acelerada como en el caso venezolano, predecir el precio futuro de los bienes y planificar en función de esas predicciones se vuelve algo sumamente difícil, los contratos y salarios deben ser renegociados con cierta periodicidad para ajustar con respecto a la inflación, incluso se incurren en costos adicionales, por ejemplo, al tener que cambiar la etiqueta de los precios de los productos con una frecuencia cada vez mayor.
¿Cómo solucionar la inflación?
La inflación no es un fenómeno natural, es una política. Esto significa que la inflación ocurre como consecuencia de los actos del gobierno al emitir una cantidad excesiva de dinero y mantener una política monetaria irresponsable.
Cualquier solución que se piense para el problema inflacionario debe pasar necesariamente por controlar el poder del estado de emitir dinero nuevo de forma irresponsable.
Existen varias formas de lograr esto, lo ideal sería poner fin al monopolio legal de emisión de moneda que posee el estado venezolano. Permitiendo el libre uso de cualquier divisa en el país y la libre emisión de dinero por el sector privado. De hecho, esto último no sería nada nuevo, ya que antes de la fundación del BCV en 1939 diversos bancos privados emitían sus propios billetes respaldados en oro que circulaban libremente en la economía.
Durante el período anterior a la fundación del BCV (1831-1939) los precios cambiaban anualmente en un promedio de -0,05%, lo cual refuerza la tesis de que la emisión privada con patrón oro le garantiza al ciudadano una moneda más fuerte que el sistema de banca centralizada que padecemos en la actualidad.
Otra manera de frenar la inflación en Venezuela sería mediante la implementación de un patrón oro, es decir, establecer que legalmente cada bolívar debe estar respaldado por una cantidad de oro fija. En la época anterior al banco central, cada 107 bolívares eran equivalentes a una onza de oro y cualquier ciudadano podía reclamar libremente que se le entregara el respaldo de sus billetes en oro.
De implementar un patrón oro, para que el BCV pueda emitir nuevos bolívares tendría que adquirir necesariamente mayores reservas de oro, ya que no podría imprimir billetes sin respaldo de manera ilimitada como lo hace en la actualidad.
Para lograr esto último podría tomarse toda la liquidez monetaria que existe actualmente y fijarla con un estricto patrón oro sobre las reservas internacionales que mantiene el BCV en oro (70% de las reservas internacionales aproximadamente). De esta forma para que se pueda imprimir nuevo dinero el BCV se vería en la obligación de adquirir nuevo oro para incrementar las reservas internacionales.
Otra alternativa, que es bastante popular, para acabar con la inflación consiste en la dolarización de la economía venezolana, es decir, eliminar el bolívar como moneda de curso forzoso y sustituirlo con el dólar estadounidense.
De esta manera los aumentos en la cantidad de dinero circulando en la economía no obedecerían a la voluntad del estado venezolano, sino que el dinero entraría a la economía según las necesidades del mercado y las leyes de oferta y demanda. Esta es una política que ha probado ser exitosa para controlar la inflación en otros países latinoamericanos como Ecuador y Panamá.
También se podría proponer una enmienda constitucional, que mediante una ley ponga un estricto máximo a la cantidad de dinero que pueda emitir el BCV. Por ejemplo, se podría fijar un techo máximo de 2% anual para el incremento de la liquidez monetaria. De esta forma se puede controlar la emisión de dinero e impedir una política monetaria expansiva irresponsable.
Fidel la Rosa.